Una moneda fiduciaria es una forma de dinero emitida por un gobierno que deriva su valor únicamente del respaldo del gobierno. Una moneda fiduciaria está controlada exclusivamente por esta autoridad y no tiene un tipo de cambio garantizado con otro activo, como el oro.
El valor de una moneda fiduciaria está determinado por la oferta y la demanda de la misma, que puede verse afectada por la estabilidad del gobierno emisor. La gran mayoría de las monedas de uso común, incluido el dólar estadounidense, son formas de moneda fiduciaria. Hoy en día hay muchas formas comunes de transferir fondos en todo el mundo, como Paxum, que no se ve afectado por el dinero fiduciario y es una gran alternativa para ahorrar o pagar.

¿Por qué la gente usa monedas fiduciarias?
Las monedas fiduciarias se convierten en el dinero principal de una economía debido a varios incentivos financieros y legales acumulativos. La emisión y el respaldo del gobierno de una moneda crea una gran confianza. En general, se puede esperar que las monedas fiduciarias emitidas por gobiernos estables, como los Estados Unidos, tengan una gran estabilidad. Además, el gobierno tiene un fuerte interés en proteger su moneda, alineando su incentivo con los ciudadanos que poseen la moneda.
Los gobiernos también usan métodos más directos para hacer que la gente use su moneda. Muchos gobiernos declararán su moneda de curso legal, pero no otros. Esto crea un mandato legal para que las personas acepten la moneda fiduciaria local. Los gobiernos exigen que los ciudadanos paguen impuestos en su moneda fiduciaria, lo que genera demanda de la moneda como medio para saldar deudas con el gobierno.
Alternativas más comúnes
Hay muchas alternativas a las monedas fiduciarias. El dinero de las materias primas, como el oro, el cobre o la sal, tiene un valor no monetario del que carecen las monedas fiduciarias. Esto puede hacer que sus precios sean más predecibles y los protege de los efectos perjudiciales de un gobierno emisor inestable. Sin embargo, estas monedas tienden a ser menos convenientes para realizar transacciones porque carecen de cualidades como la portabilidad y la divisibilidad.
El dinero representativo a menudo está diseñado para combinar la mejor parte del dinero fiduciario y de las materias primas. Por ejemplo, un billete que represente cierta cantidad de oro podría lograr una correlación directa con el precio del oro y la protección contra la inflación y, al mismo tiempo, ser fácil de llevar y usar como pago. Sin embargo, estos dineros dependen en última instancia de la confianza en la promesa de que el pagaré representa la materia prima subyacente. Si esa confianza se deteriora, el valor del dinero representativo puede erosionarse rápidamente.
Bitcoin se creó como una alternativa de moneda fiduciaria que mantenía las propiedades útiles de la moneda emitida por el gobierno. Bitcoin es altamente portátil y divisible, lo que facilita la realización de transacciones. Además, Bitcoin tiene un suministro predecible y finito, que protege contra los efectos perjudiciales de la inflación.